
Desde hace más de dos mil años, en distintas culturas, la glándula pineal, o epífisis, es tenida como la sede del alma. Para los practicantes del yoga, la pineal es el ajna chacra, o el “tercer ojo”, que lleva al autoconocimiento. El Dr. Oliveira nos recuerda que el filósofo y matemático francés René Descartes, en la Carta a Mersenne, de 1640, afirma que “existiría en el cerebro una glándula que sería el lugar donde el alma se fijaría más intensamente”.
La pineal -sigue apuntando Oliveira- está localizada en medio del cerebro, a la altura de los ojos. Ella es un órgano cronobiológico, un reloj interno. ¿Cómo hace ella eso?: pues captando las radiaciones del Sol y de la Luna. La glandula pineal obedece a los llamados Zeitbergers, los elementos externos que rigen las nociones de tiempo. Por ejemplo, el Sol es un Zeitberger que influye la pineal, rigiendo el ciclo del sueño y de la vigilia, siendo esta glándula que segrega la hormona de la melatonina. Eso da al organismo la referencia del horario.
En los tres videos que siguen el Dr. Oliveira nos concede una clase magistral sobre esta misteriosa glandula y sobre la profundas conexiones entre la ciencia médica y la espiritualidad:
http://www.youtube.com/watch?v=P6kJnuRVC6w&feature=player_embedded
http://www.youtube.com/watch?v=NuqWJ85BF30&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=zPlZkraSHMc&feature=related